A propósito de esto: ¿A qué huelen realmente las fragancias de lirio?
A propósito de esto: ¿A qué huelen realmente las fragancias de lirio?

Todas las descripciones de fragancias contienen una lista de notas, cuyo objetivo es dar una idea de cómo debe oler una fragancia.
Por lo general, estamos familiarizados con notas culinarias comunes como el malvavisco, la vainilla y el pomelo, y sabemos cómo deberían oler. Lo complicado es cuando una descripción contiene notas más atípicas, como musgo de roble, benjuí y ládano.
En esta serie, vamos a desglosar notas específicas para que pueda comprender mejor su fragancia, todo ello desde detrás de una pantalla.
¿Qué es Orris?
El lirio, una de las materias primas más codiciadas en perfumería, es también una de las más incomprendidas.
Aunque a menudo se asocia con aromas florales suaves y empolvados, el lirio es mucho más versátil de lo que sugiere su reputación. Añade profundidad, calidez y una textura casi aterciopelada a una fragancia, a menudo tendiendo un puente entre las notas florales y amaderadas.
Puede que le resulte más familiar el otro nombre del lirio: iris. Sin embargo, en perfumería, el aroma no se extrae de la flor del iris, sino de su rizoma (raíz). Este proceso es lento y meticuloso: tras su recolección, los rizomas deben secarse y madurar durante varios años antes de poder ser destilados.
Pero este largo proceso de maduración es lo que intensifica el aroma del lirio, convirtiéndolo en uno de los ingredientes más lujosos y caros de las fragancias.
El lirio en perfumería
El lirio se ha ganado una reputación anticuada, que lo mantiene con reminiscencias de polvos faciales vintage y florales violáceos.
En realidad, según cómo se utilice, el orris puede adoptar una amplia gama de matices.
También puede ser cremoso y mantecoso debido a la presencia natural de hierro, terroso y enraizante cuando se combina con ciertas maderas, o enraizado y parecido a la zanahoriacon notas florales y amaderadas.
Es esta naturaleza camaleónica la que hace del lirio uno de los favoritos de los perfumistas, permitiéndole desempeñar un papel protagonista en los florales empolvados o añadir una profundidad inesperada a las fragancias amaderadas y ambarinas.